miércoles, diciembre 15, 2010

+† Eternidad †+


Que podrías esperar a la eternidad, no es acaso una copia de la vaga existencia que deseamos creer. Relucir nuestros dones a la noche, al cual nos brinda aquella sombra que cubre nuestras intensiones asesinas a cada paso que damos, a cada sutil movimiento en busca de una nueva presa.


Es ese nuestro camino, el cual nos brinda aquello que deseamos alguna vez al poseer esta eternidad. Nosotros tuvimos aquel deseo en algún momento, no importa cuando durase ese deseo estuvo presente y es que nos creo esta realidad.


No es sino una excusa a su incompetencia para sobrellevar esta existencia, aquellos vampiros que gustosos se retuercen en la melancolía, que mueren con cada ser al cual arrebatan su vida. Son ellos quienes debieran desaparecer, no solo aquellos pobres mortales como sueles llamarlos.


¿Que es la eternidad? no debería ser ese un tema de conversación, sino aquel en el cual las palabras parecieran perder significado alguno, porque buscar la razón a lo irrazonable, acaso no somos seres proscritos de las leyes naturales. Entonces porque habría de molestarse en rebuscar las respuestas a aquellas preguntas filosóficas que le nacen a cualquier vampiro, cuando el tiempo parece agobiar su conciencia de la vida.

¿Que es lo que logramos? es simple nuestra eternidad nos lleva a cultivar el ultimo rastro de aquella mortalidad que poseímos alguna vez, aquella vanidad que arrastramos y cultivamos fielmente por siempre. Es nuestra obra culminante, reírnos de la cercana muerte que nos seduce y nosotros quienes jugamos con ella, retándola constantemente.

La eternidad somos nosotros, somos quienes la hemos gozado mas cercana a cualquier ser. Son ellos quienes nos envidian, poseer nuestra fuerza y nuestros dones, perseverar a través del tiempo como magnificas obras de arte tan bellas y tan peligrosas como nadie pueda describir alguna vez.

lunes, diciembre 13, 2010

+† Existencia †+

La codicia, la avaricia y el egoísmo... defectos que son fácilmente cultivados por su existencia. Aquellos mortales de tan corta existencia en el tiempo, seres minúsculos con ansias del poder para lograr prevalecer ante los años... seres que desean ser reconocidos, en tan poco tiempo...

No podrían siquiera evitarlo, porque rogarían por otro como ellos... cuando su profunda necesidad de poder clama la libertad absoluta mediante su egoísmo. Algunos disfrazándolo de cautivadoras sonrisas para luego por fin mover su propia ficha hacia sus deseos.

Llenar sus alcobas de oro, llevar el mando sobre cientos de hombres... confundir a la razón con sus frases... cautivar incluso al sabio bajo sus encantos... Oh, cuanto desea el pobre mortal en esa corta existencia... cuan misera y minúscula la considera, para arrebatar sin miedo alguno lo que no es propio...

Y sin embargo su tiempo aun corre, arrastrándolos en su corriente sin distinción alguna. Mi pequeños mortales, cuanta vanidad puedo observar en sus rostros cada día. Desafiando constantemente el poder que se encuentra sobre ustedes. Pequeños rebeldes egoístas, desafiando a la muerte solo por el propio placer de creer que esta no llegara tan pronto.

La existencia mortal es siempre exquisita, y es el riesgo del juego. Perder antes de siquiera haberlo notado, acaso de es ello lo que causa el placer de sus existencias. Desaparecer... sin rastro... sin nombre... sin una existencia alguna.



martes, diciembre 07, 2010

+† Lugar †+

Nuestra naturaleza fiera e indomable que conserva su propia libertad, no una rebelde que busque la compresión... no una que se encuentre atada a un lugar o siquiera a algún ser... nuestro lugar, es aquel que disfrutemos estar.

Nuestro encanto solo frenado ante nuestra conciencia, los delirios y frases acogidas en simples caprichos humanos... que logran conservar la cordura ante nuestros deseos. Un simple lugar en el cual escoger nuestro pensamiento, disfrutando la esencia de la muerte rodeándonos en su cómplice abrazo rogándonos ser parte de ella.

Los finos pilares de la agonía, transformados en fuertes columnas en las que recaen los años eternos de existencia. Sin limites ante el propio caminar, ante la fuerza desgarradora y la pasión desenfrenada. La falsa y acogedora paz que llega a invadir la minúscula humanidad que conserva todo ser oscuro.

Un lugar donde la muerte es recibida, y la vida es la extraña intrusa. Los instintos cubiertos por la conciencia, sin lucha alguna... sin voces que rueguen nuestra presencia, sin pesares que gobiernen la muda realidad...

Un solitaria libertad que amar...la extraña compañía que cubre en silencio nuestra existencia. No una triste... no una alegre... es la existencia de lo absoluto, donde el cuerpo muerto conserva la belleza y la juventud perfectamente combinadas en armonía. Y nuestra mente desarrollada sin sentimientos que nos liguen a otros.

Un solo ser que conserva su libertad en la soledad. Siendo el destino de quien es atado a la eterna existencia, odiando cada instante que recuerde su mortalidad y amando cada perfecto detalle de la belleza mortal. Cuanta ironía suele existir en el inmortal, donde los deseos suelen esconderse tras los instintos y la cordura permanece en constante lucha contra el tiempo.

Es el lugar que no permanece... un lugar que suele aparecer y desaparecer rapidamente... es nuestro lugar aquel que llevamos impregnado en nosotros... nuestra especie eterna que crece y se transforma en el tiempo... provocando en los mortales su eterno amor hacia nosotros... y es solo en nosotros en el cual nuestro amor va ligado solamente a nosotros...