El tiempo suele jugar a su antojo con quienes se guíen en él para realizar sus proyectos... suele avanzar tan rapidamente cuando lo desea en aquellos momentos de alegría...y enlentecer en otros de miseria y agonía... una simple ilusión que disfruta crear para todo aquel que le debe el tributo de su existencia... el tributo que todo mortal debe de pagar...Mi absoluta existencia, sin el tiempo que muestre su poder... sin las sombras de la muerte que recuerden la falsa vida que llevo impregnada en todo mi ser... la inmortal que ha recorrido cientos de años, avanzando altivamente sobre todos aquellos quienes se crucen en mi andar... demostrando cuanta pasión... cuanto amor hacia mis pequeños mortales... las frágiles criaturas que niegan mi existencia hasta verme ante ellos... susurrándoles sus deseos a sus oídos... acariciándolos hasta desvanecer sus miedos... extrayendo sus vidas, en cada latido... robando su existencia para conservar la mía...
Observen... mis pequeños... mirenme y admirenme... olviden aquellas copas de las cuales beben, de la música que lleva sus pies en una suave danza... cierren sus ojos ajenos de la realidad... crean en lo improbable... observen en sus profundos miedos, en aquellos temores que esconden bajo sus rostros... encuentren mi rostro en las sombras de sus mentes...
Observen a la muerte en un cuerpo... a la criatura que recorre la tierra aun cuando sus labios han bebido el dulce néctar de la muerte, perdiendo por siempre el miedo a morir... convirtiendo su propia existencia en eterna... disfrutando cada pequeño capricho o deseo sin prisa alguna...
Desean respuestas... exclaman dones de similar poder para sus pequeños y minúsculos caprichos... deseando la eternidad cuando apenas logran llevar sobre sus hombros el tiempo de sus existencias... desear lo eterno cuando lo mas pequeños les resulta molesto... la cordura huiría ante la posibilidad de darles el poder a quienes no logran manejar su propia existencia...
No es asi? mi pequeña Amairany Asbury, una de las pocas mortales que logra cautivar mi mente... atraerla sin precio alguno... retándome y deseando convertirme en parte de su mortalidad... cuanta belleza que ama el mortal... alguien que exclama su amor por su vida y aun ello siendo la compañera de quien desafía a la vida... una de las pocas a quien podría llamar amiga...
Los años han transcurrido, y aun puedo observarme como un fiel retrato quien no ha cambiado su apariencia... eleven sus copas y reúnan sus palabras de elogio... mis pequeños mortales... mi pequeña Amairany... todos celebren por la pronta verdad... que espero iluminen sus mentes.
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A todos aquellos quienes me han seguido en estos 4 años de Moldavo, quiero agradecerles de manera muy cordial. Moldavo nació de una pequeña noche en el cual múltiples sentimientos se encontraron y crearon un huracán... que dejando todo a su paso, dejo crear lo antes siquiera inimaginable...
Un mundo oscuro, un mundo basado en Freya... quien desafía a la mente mortal, buscando en ellas sus defectos para burlarse de ellos... y mostrar la fría verdad que los envuelve...
Gracias a todos! ...
Anny Altamirano
