No importa realmente cuando luches por lograr comprender la existencia del inmortal mi pequeño, la mente que poseen aun resulta ser demasiado pequeña para imaginar siquiera nuestra presencia...
Tus pensamientos y preguntas, aquellas frases que lograr armar... todas ellas deseando darle el significado que detalle mi mente y mis deseos... todas ellas vanas al final, y sin embargo aun deseando que fueran exactamente lo que buscas, no suelen ser mas que copias inconclusas del inmortal...
Definir mi existencia como la maldad... como aquella que roba las vidas para conservar la suya, quebrar sin remordimiento alguno aquellos corazones vulnerables de miles de mortales a través de los años. Los pensamientos no son mas que sombras que suelen acompañarnos... esperando volverse el significado de nosotros, ante los ojos mortales...
Darme un calificativo no hace mas que reducir el concepto que poseen, acercarse y alejarse... cuanta familiaridad la que suelen mostrar... me deseas y me odias... me temes y me amas... mi pequeño mortal, aquellos pensamientos simples... cuanto mas simples son los que mejor logran describirme... cuanto mas profundices mas te alejaras...
El tiempo continuara y tu existencia formara parte de las sombras que llenan el camino que recorro, tus pensamientos solo eran los ecos que lleguen a destrozar la cordura que llevo atada con hilos de locura y desesperación... mi pequeño y simple mortal... tus pensamientos sin fundamente no tardaran en llevarte a perder tu mente...
Aun cuando suelan ponerme un nombre, uno que inspire respeto o burla entre los mortales no cambiaría la esencia de la muerte que llevamos impregnada, nuestros caprichos serán los mismos... y nuestro poder acabara sumergiéndose y creciendo sin nada que pueda detenerlo... simplemente olvidaran ustedes cual es nuestro verdadero poder... y resultaran mas vulnerables de lo que suelen ser...
Tu, y todos aquellos que logren creer en tus pensamientos mi pequeño mortal...
Es nuestra obra culminante, reírnos de la cercana muerte que nos seduce y ser nosotros quienes jugamos con ella, retándola constantemente. La eternidad somos nosotros, somos quienes la hemos gozado mas cercana a cualquier ser. Son los mortales quienes nos envidian, poseer nuestra fuerza y nuestros dones, perseverar a través del tiempo como magnificas obras de arte tan bellas y tan peligrosas como nadie pueda describir alguna vez. (Gael Layours)